Comienza el cole y con él las dificultades de muchos padres para que sus hijos recuperen la rutina de sueño tras meses de verano con flexibilidad a la hora de acostarse y levantarse.
Es conveniente desarrollar hábitos nocturnos relajantes y fundamental apagar los equipos electrónicos lo antes posible ya que la luz azul que emiten estos dispositivos es un inhibidor de la melatonina, hormona que propicia la conciliación del sueño. Fuera móvil, tablets, ordenadores... y minimizar ver la tele en los momentos previos a ir a la cama.
Como hábitos saludables siempre se puede recurrir al tradicional baño o ducha calentito en las horas previas a acostarse, de esta forma permitirá entrar en un estado de mayor relajación.
El ritual debería realizarse de manera que los niños se acuesten practicamente a la misma hora todos los días.
Como siempre en estos casos, existen estudios que avalan estas afirmaciones y, un estudio de University College London en el que participaron más de 11.000 niños de 3, 5 y 7 años, reveló que aquellos que duermen a diferentes horas obtienen calificaciones más bajas en pruebas de lectura, matemáticas y habilidades espaciales.
La investigación, publicada en Journal of Epidemiology and Community Health, señala la necesidad de establecer un horario regular de sueño para los niños, ya que potencia su desarrollo cognitivo y puede tener efectos positivos en su salud para el resto de la vida.
En el caso de los adolescentes, se sabe que los ciclos de sueño se modifican al pasar de la infancia a la preadolescencia como consecuencia de una demora en la secreción de melatonina que se da en esta etapa. La hora de dormir se atrasa en la adolescencia, y eso que provoca que por la mañana se sin energía y con sueño por no haber descansado lo suficiente que se recomienda a estas edades, entorno a 9 horas.
Se recomienda por tanto establecer patrones de sueño equilibrados, sin grandes variaciones entre los días de colegio y los fines de semana, evitar bebidas estimulantes, no utilizar la cama para otras actividades como ver la televisión y tener un dormitorio bien ventilado, con temperatura adecuada, sin ruidos ni luz.
Por supuesto que elegir un buen colchón para tus hijos es un factor clave para asegurar un buen descanso y que al día siguiente estén frescos y listos para afrontar el día.