Dentro de los miles de remedios para conciliar el sueño que alguna vez se han considerado, están las infusiones: esas bebidas de hierbas (más o menos deliciosas) que parecen curarlo todo.
Si quieres sentirte como un verdadero chamán, sigue leyendo para descubrir qué infusiones son buenas para ayudarte a dormir.
¿Cómo se prepara una infusión?
Si se te dan mal las recetas de cocina, no desesperes: no hay nada más fácil que preparar una infusión.
Los únicos ingredientes que se necesitan son agua hirviendo y las hierbas que se vayan a consumir (y azúcar o miel si se desea). Una vez el agua está en una taza, se echan las hierbas y se espera entre 5 y 10 minutos (dependiendo del tipo de hierba). ¡Y listo!
Las hierbas para infusiones se pueden adquirir en pequeños sobres, como los tés, que son muy convenientes (aunque generan más residuos) o en paquetes, que necesitarían un pequeño colador para infusiones.
Pasiflora
La pasiflora, conocida también como ‘flor de la pasión’, es una flor que, consumida, tiene grandes propiedades sedantes, calman la taquicardia, las migrañas, los dolores musculares y evita los espasmos gastrointestinales, mejorando la calidad del sueño del consumidor.
Valeriana
Esta flor tan popular en el mundo de las infusiones, reduce considerablemente el nerviosismo, el tiempo que tarda uno en dormirse y la ansiedad en la persona. Combinada con la pasiflora, se potencian los efectos sedantes de ambas hierbas.
Sin embargo, está contraindicada para los embarazos, los tratamientos con somníferos potentes, su mezcla con el alcohol y los períodos de lactancia, debido a sus potentes (aunque naturales) efectos.
Tila y manzanilla
Aunque se puedan beber por separado perfectamente, a estas dos plantas les gusta ir de la mano como mejores amigas (¡y trabajan muy bien en equipo!)
La tila es posiblemente la infusión más famosa gracias a sus efectos calmantes y su suavidad (se pueden tomar hasta cuatro tazas de tila al día).
La manzanilla, por otro lado, hace maravillas a la hora de calmar la pesadez de las comidas y los dolores estomacales, además de tener propiedades antiinflamatorias, sedantes, antialérgicas y antibacterianas.
Hierbaluisa
La hierbaluisa es una planta originaria de Sudamérica que tiene efectos tranquilizantes enormes: ayuda a despejar la mente, a liberar del estrés y con los efectos de la indigestión. No obstante, no se recomienda su consumo a embarazadas.
Lavanda
Esta flor, tanto bebiéndola como oliéndola, tiene aromas calmantes que ayudan a dormir de forma adecuada. Además, reduce la fiebre, los efectos de resfriados y enfermedades respiratorias como el asma.
Amapola
La amapola es una de las flores más apreciadas en la medicina gracias a sus propiedades sedantes, analgésicas y antiinflamatorias. Cabe distinguir entre dos tipos de amapolas: la adormidera (que es de la que deriva el opio y contiene morfina) y la silvestre, que no contiene nada de lo anterior.
La amapola silvestre en infusión ayuda a calmar los nervios, la irritabilidad, los dolores de cabeza y las taquicardias. La readina (un tipo de alcaloide) que contiene la amapola, ayuda a combatir el insomnio y afecciones respiratorias.
Té de cúrcuma
El último té del que vamos a hablar, (y posiblemente menos conocido) es el té de cúrcuma. Actúa como antiinflamatorio, anticancerígeno y antibiótico. Y, tomado con miel se potencian aún más sus efectos.